04 junio 2013

Consulta médica

Mi esposa me obligó ir al médico. Le dije que me dolía un poco el pecho, y se alarmó. A veces no sé si estudia o duerme. O si estudia dormida. En fin, un tipo que ella conocía murió de una bronquitis, y eso la deprimió. El chamo no se curó bien de una gripe, y unos meses después cayó en terapia intensiva. Así como así.
Yo también me curé mal de una gripe. Hace un mes me resfrié, pero esa misma noche me quedé bebiendo ron con los amigos. Y, al día siguiente, pensé que podía curarme jugando fútbol bajo un sol inmamable. Y por un momento, me sentí bien. Por eso fui a la feria del libro a saludar a un amigo, pero después de estar un rato de pié, sentí que mis piernas estaban enyesadas. Esa noche me dio fiebre, y decidí tomar antigripales como cubas libres de Santa Teresa Linaje.
Por eso, cuando escuché la historia fatídica de Susana, no pude evitar sentir miedito. Cague, pues. Y pensé en los cuentos que tengo en mente pero no he escrito, en la fockin novela, en los títeres que vi en El Hatillo y me muero por comprar.
Por eso también fui al médico, lo admito.

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