25 agosto 2009

resumen

me dan miedo el futuro rutinario y monógamo, la idea de que alguna vez no despertaré. muchas veces he cuestionado la felicidad de mis padres como pareja, a pesar de que al final parecen felices. felicidad como la sumatoria positiva de cosas malas y cosas buenas. las células de mi cuerpo se reproducen todos los días menos perfectamente, he dejado kilos de mi cuerpo en pisos y pocetas. yo soy un nuevo yo todos los días pero con el mismo karma anterior. soy feliz, tengo al ávila en mi pasillo y orgasmos increíbles, pero falta mucho por hacer.

21 agosto 2009

142

dejo la puerta abierta para que las cornetas de los carros no reboten a la ciudad. la versión de los beatles twist & shout suena en mi reproductor y la cucaracha que maté hace dos días ya no se mueve. me da asco recogerla. la puerta sigue abierta para que entre gente, muebles y los platos que no hemos comprado. es cierto, falta el registro de vivienda principal en el seniat y pagar las cuotas del crédito hipotecario. mierda, fue tan difícil todo el proceso y ahora, las cotidianidades se van acumulando como los papeles del baño en el piso porque me dio fastidio buscar una bolsa. es cierto, tampoco quiero convertirme en un cochino. ya vengo, voy a meter los papeles en una bolsa.

07 agosto 2009

93'

6:00 am. mi mamá hacía más arepas cuando ya mi papá se había ido al trabajo. mis dos hermanos y yo nos sentábamos en la cocina y comíamos arepa con queso rallado y mantequilla, la arepa se picaba en pedacitos y se remojaba con cada contorno vertido en el plato: primero mantequilla que funcionaba como pega para el queso rallado. también a veces había atún, diablitos y algunos embutidos como mortadela o jamón. mi mamá preparaba el café con leche que tomábamos antes de ir al colegio y las arepas rellenas que llevaríamos con jugo de lechoza, guayaba o melón dentro de la lonchera. me acuerdo que a esa hora generalmente estaba oscuro y como a las 6:30 am ya estábamos listos para agarrar el transporte ("transporte de la señora chía", sonaba desde el megáfono del celador del colegio). mi mamá se despedía de nosotros con un beso y al mediodía estábamos de vuelta para el almuerzo.

mi mamá cantaba, y he tratado de recordar qué hacíamos mi hermana y yo sin tv por cable, internet ni nintendo. sé que jugábamos cartas, metras, pelota en el patio, con los muñecos (barbies y g.i. joes), origamis y otros que inventábamos pero ya no recuerdo. también jugábamos a la casita colocándo una sábana en mi cama (parte de abajo de una litera), y dejando un pedacito que destapado era la puerta. mi mamá grababa las canciones de la radio en cassettes con un radiecito pioneer ("si no has escuchado un pionner, has escuchado la mitad del sonido", dice mi mamá citando a renny otolina) y cantaba, cantaba desde nicola di bari, leonardo favio y la fórmula quinta hasta las canciones más izquierdosas que se puedan escuchar. había una que compuso un cura de guacara cuando ella estaba pequeña, y trataba de un marciano que llegaba a la tierra en el año 2000 encontrando al planeta destruido. el marciano le pregunta a una rana qué fue lo que pasó.

todos los humanos, todos liquidados
¡no queda pa muestra un botón!
una mayoría se murió de hambre
y otra minoría ¡de indigestión!

vamos todos a bailar,
vamos todos a cantar
porque este mundo hostil
nunca se haga realidad.

yo entonces no entendía cuando mafalda fue a la onu y la manos aprobatorias de los delegados eran pies.

06 agosto 2009

lechería

aunque las calles estén llenas de huecos y de agua que no viene de lluvia, aunque se vaya la luz con frecuencia, vivir en la playa, en la brisa con salitre y el sol que quema sin piedad a los caminantes, es lo más parecido a ser libre. no hay nada de qué preocuparse porque la playa está ahí, el mar nunca se va ni se acaba. y al mirar al mar, parece que tenemos tantos segundos como granos de arena.