09 marzo 2010

exilio

escuché a los niños de una guardería cantar el himno nacional, con la entonación típica en los acentos de las palabras graves. quizás ser un exiliado es eso, que te afecten cosas que cotidianamente no te importan. y puede que luches y te acostumbras a no comer arepas o a extrañar las empanadas mientras masticas panquecas y te quejas de cualquier cosa, como la falta de agua en algún país africano. al final eres el mutilado de una guerra psicológica más larga que troya o vietnam, porque te siguen afectando las cosas que cotidianamente no te importan.

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