pero si le preguntas a claudia, te dirá sin pensarlo
soy 100% feliz
lo cual es la única calumnia de la oficina que no he logrado desenmascarar. es cierto, jamás la he visto molesta, pero javier, el chico de mercadeo, se la pasaba diciendo que él se cogía una puta distinta cada tres días, y luego un consultor de san cristóbal lo vio en una disco gay de sabana grande.
ya ves, no meto las manos en el fuego por nadie.
aunque si preguntas en la oficina, dirán que claudia es la persona más linda del planeta. siempre hay un jalabola que le regala un milky way o una nucita, y entonces ella lo reparte entre nosotros pero también come. coloca un trozo sobre un post-it, y le da pellizcos como si pasara una página de un libro. come y no engorda. entonces habla de su casa que no tiene comedor, sino un mesón de granito que separa (y une) la cocina de la sala. o del mueble feo que le regaló la suegra pero le encanta. o del último campeonato de fútbol que ganó su hijo, al que «estimuló» en la barriga para que fuera tan inteligente.
pero lo que me hizo reventar fue cuando un día vanesa nos dijo
no, y ella también lee
como si comprar el alquimista fuese un grandísimo acto intelectual. maldita. yo sí he leído a cortázar y a borges, tipos que ella seguramente ni sabe que existieron.
por eso, no aguanté. apenas compartió una foto del facebook que decía: «cuando se lee poco, se dispara mucho», la acribillé. se trataba de un cartel que sostenían un grupo de mujeres jóvenes frente a militares fuertemente armados. comencé diciéndole que esa frase era muy bonita, sí, pero carecía de todo sentido. porque leer mucho no te garantiza que no dispares, o que no mates; ni siquiera que seas una buena persona. además, ¿leer mucho qué? ¿literatura? ¿cómics? ¿jardinería? ese tipo de autoindulgencia, de sobreestima por creerse culto, ese mojón semiintelectual me parecía que era el peor estigma de nuestra cultura.
yo pensé que reaccionaría. pero lo que hizo claudia fue darle un «like» a mi intervención. y para colmo, al día siguiente, repartió el chocolate diario entre todos por igual, sin favorecerme ni castigarme. como si no existieran balances en la vida, como si su estado de felicidad fuera absoluto, íntegro.
pero yo no meto las manos en el fuego por nadie. yo sé algún día ella va a explotar. lo sé.
2 comentarios:
hey... este post si me gusto :D jejejeje
¡Coño, al fin un comentario! ¿Qué haces navegando por Internet a las dos de la mañana?
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