a pesar de todas las pistas, nadie supo quién era el asesino will.
se creyó que laboraba en un ministerio y residía en un edificio del este de caracas. es sabido que para ser malandro no se necesita vivir en un maldito cerro.
pero tampoco will era un malandro, sino que supo aprovecharse de las circunstancias. sólo dos cosas le jodían: el yogurt los andes (demasiado dulce) y los mototaxistas. el por qué odiaba a estos últimos, es un misterio.
¿acaso un mototaxista le iba a cobrar cuarenta, después le cobró sesenta, y además le quitó el blackberry? ¿o quizás otro mototaxista se comió la luz y la flecha justo cuando él pasaba por el rayado peatonal, y ni se paró a ver si estaba ok?
ninguna estúpida pregunta nos hará conocer sus motivaciones. como la historia del monje shaolín de kill bill, sólo se saben las consecuencias.
will asesinó a 9 mil 238 mototaxistas de caracas, utilizando la misma técnica: se sentaba en la parte trasera de la moto y, cuando ésta pasaba entre dos carros a 40 kph, aplicaba un certero puñetazo en el tanque de la gasolina, produciendo que el conductor cayera de cabeza en el asfalto. ahora, si el mototaxista hubiera utilizado el casco integral que requería la ley, no le pasaba nada. pero los 9 mil 238 transportistas jamás lo compraron porque "era más caro que la moto".
esto demuestra que will nunca improvisó. cada uno de sus objetivos estaba registrado en el censo de mototaxistas de caracas. por eso se pensó que trabajaba en un ministerio, aunque está claro que pudo haber adquirido la lista en el pasillo de ingeniería de la ucv. todavía venden el cd a treinta lucas.
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