ya no me importan los no me importan del recepcionista del hotel. exhausto pero feliz, la estancia en parís ha sido quizás la más significativa. susana no quiere irse y yo soñaría con vivir aquí, pero tan lejos de casa. el dilema del exilio voluntario pero en hipótesis. ¿y el invierno, y la brisa fría y la nieve gris? hasta yo sé que el sena y notre dame serían lindos en el cero absoluto, también lo es el ávila cuando llegan las lluvias y a la gente le da por sembrar árboles. la casa llama, es cierto.
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