02 octubre 2009
dormida
si urgas en las pestañas de susana podrás a ver a notre dame de noche, iluminado. cansa subir por su torre eiffel, perdón, por su nariz (la que no tiene ascensores sino cabellos-cuerda) pero desde allí se ve toda parís, cuando camina dormida porque no aguanta el sueño, las ganas repentinas de pipí o pupú, el impulso consumista por una cartera luis vuitton que sólo puede comprarla la princesa leticia o la protagonista de sex & the city. porque en parís hay muchos mendigos y organizaciones que luchan contra el hambre en áfrica, y en caracas hay también muchos mendigos y gente que compra carteras luis vuitton. hago entonces un mortal hasta el sena, digo, hasta su boca y nado hasta montparnasse, a través de la saliva que llegó al cachete izquierdo. y charlo con hemingway y cortázar que son dos lunares, y me cuentan de travesías hasta la vagina, arduas y peligrosas.
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