mientras tecleo este mensaje, nada sucede. la luz se ha ido hasta en las ideas. tampoco hacen falta, porque se apaga el aire temprano y duele la cabeza. recuerdo entonces las imágenes del cabo san román, la sombra de las nubes que apagaba las dunas y la arena como un ataque de avispas microscópicas. aquí la arena es calor, o tedio, o palabras que chocan contra los cubículos y se asfixian con el calor, con el tedio y las demás palabras asfixiadas.
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