las olas de mochima rompen en mis ojos y me desaguan en la arena, la arena que me parece restos de una piscina de pelotas y el agua tan pura que diluye las malas vibraciones. aquí la vida es una fiesta que no termina, como el parís de hemingway pero con iguanas y tostones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario