habla con la planta

susana ha desarrollado un inesperado amor por las plantas que resulta algo extraño, casi incómodo: les habla como si fueran bebés, con amapuchos y todo. yo le dije: pero si son plantas, pero ella aseguró que las plantas sienten, ya que «son seres vivos».

ese mismo argumento lo utilizó su mamá cuando la interpelé públicamente. la buena señora me miró con cara de lástima peruana, y casi deletreó «son seres vivos», haciéndome sentir mal con la flora mundial. ¿brillante, no? porque ninguna dijo que las plantas escuchaban, lo que sería ridículo (no tienen orejas), sino que ambas enfatizaron el verbo sentir.

no pude hacer nada contra eso. sólo le dije a susana: me parece que es un amor forzado, pero ella simplemente giró horizontalmente su cabeza, y continuó regañando a la cala enana porque estaba como alicaída.

susana enferma

cuando susana se enferma, los buhoneros se alborotan. la calle es una alfombra roja de hollywood, pero en lugar de alfombra roja hay basura. cuando susana se enferma, escribo sin lentes, recuerdo lo difícil que es mantener un blog con los años, los blogs de varios amigos y autores reconocidos dan un error en el navegador. me da miedo volverme "serio", no hablar de masturbaciones ni tetas, sólo porque me sigue más gente en twitter. también veo películas como lars and the real girl y la rosa púrpura del cairo, y quiero escribir historias absurdas para burlarme del ser humano.

sambil domingo diciembre

en una tienda juvenil con maniquíes punk, suenan gaitas maracaiberas. si vas a zara, apesta al caracazo. baja la escalera y esquiva a un trinitario que pregunta do you speak english con el pretexto de ser un turista gringo a quien le robaron sus documentos y dinero. no pierdas el tiempo en ir al baño, les hacen mantenimiento simultáneamente. ¿las tres chinas que viste en plaza el arte hace dos minutos son las mismas que están ahora en plaza la fuente? quizás. pero prefiero indicarles dónde está renaware, en lugar de ver gente tomándose fotos a sí misma.

cosas que se ven en el metro

foto: luis martínez (revista marcapasos)

uno

un viejo flaco y cojo con mono de educación física desteñido se monta en el metro a mostrar una cosa horrible que tiene el abdomen. dice que la vaina es de verdad, no como esos carajitos que dicen que tienen sida para sacarle plata a la gente. la gente le da dinero, incluso una menor de edad que amamanta a su niño. el viejo flaco y cojo se acerca a la madre adolescente, y le explica que anoche en casa vio un programa de discovery health donde decían que la saliva del niño produce la leche y no las mamas, por eso el hombre puede producir leche si amamanta a un bebé, aunque claro, no le sale mucha leche, pero sale.

dos

en el vagón abarrotado hay un tipo casi en la puerta con una botella de anís el moro por la mitad, que le grita a un moreno huesudo en silla de ruedas cosas como: "lázaro, levántate y anda". entonces llega un supervisor del metro, y le pide al tipo de la botella que salga del vagón pero éste se niega, justo cuando un puñetazo desconocido le conecta la cara y lo lanza al suelo. el supervisor del metro sale corriendo, y aparece en escena un tipo súper papeado de franelilla negra que le propina una gran paliza al tipo de la botella, quien trata de defenderse con la nariz ensangrentada. la gente del vagón abarrotado aplaude feliz, y grita vivas al papeado, mientras el tipo de la botella queda al borde del coma (y no etílico).

tres

«y ahora con el feriado el gobierno está como ledezma, no nos quiere dejar trabajar. fíjate, yo soy trabajadora informal de la vega, y había comprado mi mercancía para trabajar duro este fin hasta navidad, e irme pa' la guaira hasta el 20 de enero. pero y ahora ¿cómo hago? me gasté 8 mil en el carro, y 25 mil en la platabanda de la casa, sin pensarlo dos veces. como quien dice, me quedé con los perros en el techo. además pago universidad, técnico, 5 teléfonos, porque pago el mío, el del negocio, de mi mamá y de mis dos hijos. se los pagos porque son mis retoños de la vida, no puedo negárselos, así como tampoco le niego la casa a ninguno. a la mayor no la corrí, ella se fue porque quiso casarse, y quien se casa, es porque casa quiere.»